No me vale la retrospectiva, no si mi sangre está renaciendo
voluptuosa, enérgica, indomable, torrentosa e inquieta;
Ha valido la espera, el desierto absoluto y sin señales,
la travesía absurda, inmarcesible, y a la vez necesaria.
Los equivocos, las imperfecciones, la banalidad simulada
las máscaras, las frases no precisas, el desgaste del tiempo
las huellas distractivas, las miradas a la luna sigilosa
la percepción del mar sediento, del viento secándome los ojos
la sensación de caminar hacia el vacío, a lo insustancial.
En medio de ese panorama fragoso, impregnada de cosmos
perfilada de estrellas, con un aura salvaje, cabalgando en mi musica
apareciste tu, acople infinito a mi alma purificada
y te miro, y te pienso y te comprendo
y la vida me susurra su misterio, es tu amor redentor
el que me sumerge en lo feliz.