Sé que estás silenciosa, adormecida
en la cuna matriz que te consiente
y en el alma paterna que sonriente
goza en ti jubilosa y conmovida.
Quiero pensar en ti porque he vivido
la viva sucesión de la simiente
y prodigarte lo que mi alma siente
en un poema simple y encendido.
Hija del hijo que en tu ser proyectas
mi última vida en ilusión perfecta.
Desde el encanto de tu mansedumbre
en la feliz sonrisa de tu padre
y en la armonía plena de tu madre,
has develado toda incertidumbre.
A Josefina
que acaba de nacer.
De mi libro “De cumbres y de abismos”. 2007 ISBN 978-987-9415-23-8