La lejanía de tu rostro
casi olvidado,
ha cifrado un conjuro
en el recuerdo de aquella extraña caricia,
(imagen de ensueño)
arrebolada de los colores.
que nos otorga
la Tierra.
Su rojo polvo estelar,
se presenta, hoy,
como una noche desmañada
y el deambular de los sentidos,
a cuestas.
Olvida, por una vez,
las vivencias y latidos
del Planeta.
Olvida lo terrestre, deja fluir..
y busca al ruiseñor,
que le canta
al sutil firmamento.
Busca al azaroso torrente
de los tres elementos primordiales:
El Agua. El Fuego.El Aire,
y diles suave y susurrante:
-Aquí estoy... vivo en ti, Planeta.