Me saben a mentira tus besos de papel: lisonjas tan fingidas jamás quiero tener aunque muera de ganas de encontrar el amor verdadero que llene mis anhelos.
Cuando tú te hayas ido, y mis penas contigo, reforzaré mi alma con muros de ladrillos; para que nunca puedas regresar a este nido que tu falso cariño hoy deja destruido.
Cuando ya en mis latidos no se encuentre tu nombre, ni en mi pensamiento estés presente, yo sonreiré de nuevo como antes, dando gracias al cielo… por haberte olvidado.
PABEDIZ.