Fabricio Terán

Padre

 

Padre que callado estás

como murmullo 

sin nariz y yo tengo 

el abrazo frustrado

y la impaciencia de siempre

enorme la dicha no va más

el ayer ya no sabe a rutina

lo señalo

con el sustento del cariño y

de la pena celular…

Es vida

algo tan fácil de amar

una mesita

donde descanso el pulso

un pasillo

en el que encuentro pedacitos

que me recuerdan a casa llena

y todo el tiempo

del mundo para dejar pasar

antes de decir te quiero

padre

ya llegó el amanecer y aún no despiertas

mis ojos

¡Padre, qué callado estás!