Quise escribir un verso
y ninguno vino a mi mente,
quise regalar un poema
y mi papel en blanco se quedó.
Horas estuve, sentado en un rincón
con papeles arrugados en el suelo,
versos inertes que estrofas no forman,
rimas que se escapan cuando las quiero pronunciar.
No supe sobre qué escribir,
si de lo que viví,
si de lo que otros vivieron,
si de mis pasos gastados
de rumbos inhóspitos,
si de mis glorias vividas
en afrentas de antaño
o de mi amor por ella,
que hoy está conmigo...