!Que solas se han quedado las heridas!
tornando con el tiempo en cicatrices,
aquellas que lucían compungidas
vestigio de batallas infelices.
!Que afligido se volvió aquel suspiro!
que arrastra en su vivir tantos lamentos,
aquellos que en algún sueño guajiro
creyeron soportar mil y un tormentos.
!Que profunda es la pena que se alberga!
en este corazón tan maltratado,
buscando una esperanza que posterga
la cura de un amor aniquilado.
¿Y que queda después de aquella suerte
que mina cada instante de esta vida?
!tan solo un corazón que yace inerte!
y un alma... Que deambula entristecida.
UN POETA LÍRICO
Arturo Gil
06172018