Me vienen los recuerdos, con gotas del invierno,
nublados y tan tristes que invaden de pesares,
las lluvias de mis sueños navegan por los mares,
paliando su tristeza con gran suplicio eterno.
Los días de mi vida se vuelven un infierno,
pensando que tu cuerpo ya duerme en otros lares,
en donde los cobijan con blancos azahares
tus labios empapando con beso dulce y tierno!
Me acecha la nostalgia, me falta tu presencia,
añoro los instantes de loca algarabía,
y nunca se me borra tu voz, de gran cadencia,
que inundaba mis horas de infinita armonía,
Y me duermo pensando, con la grande creencia
que vendrás a mi lado, con inmensa alegría!
Autor: Aníbal Rodríguez.