La huella indeleble
está a punto de maquilarse
en un desfile de caricias
estableceremos una cuota de alta memoria
donde la intermitencia de nuestra conexión
cesará en una ecuación
enemistada con vientos foráneos.
Nuestro rito
será un esquivo de golondrina
ante el acecho inminente de la muerte
que se asoma por la vereda
triplicando turnos de vigilia.
Tanta áspereza
será pulida con llanas de piel
la lisura fraguada
le dará forma a un eco
irrepetible.