Si la conciencia es un mito, nada existe,
Todo es vana y total desilusión,
Un simple y magro fruto sin razón
Y que como espejismo se resiste;
Yo te preguntaré, ¿por qué nos diste
Tanto apego a la vana compasión
Y nos otorgaste un fatuo perdón
Si es un falso valor que a nadie asiste?
Es sólo acaso pálida semilla,
Laberinto que crece en el abismo,
Aquella lacerante comidilla
De un absurdo, letal y cruel cinismo;
¡Eres acaso cómplice en gavilla,
Que nos dirige a absurdo paroxismo?…