Cargar en mis años el abrumado peso
de ese dulce joven que no pudo olvidarme,
sentirme carcelera de trocar sus sueños..
Si fuí un mundo en su vida, por aquellos años
por qué lo alejé, sin poder enamorarme…
él, soñando conmigo y yo en mi llano camino..
él sin mi amor... no pudiendo soltarme.
Y pidiéndome, al irme, una leve esperanza,
de una simple amistad. Conformarse con verme,
Sin embargo, cegada, en mi error obsecuente,
en mi puja, abordé por un híbrido sino.
La vida me ha obligado a recordarlo...
Y la tarde que compra, el candor fenecido.
La tristeza me invade, y ese ayer suspendido,
moribundo, me ronda en mi pesar, sombrío,
entonces, es cuándo vuelvo a preguntarme...
por cuál meridiano, ha ido su destino.
Marti Train- ESE AYER SUSPENDIDO
Ilustrador reconocido: Alan Ayers