Que suaves me cantan
sonoras palabras
de leves susurros
siempre acompañadas,
seguidas de versos,
sonidos del alma
que como un murmullo
el aliento exala.
Que suaves me cantan
aquellos sonidos
que como canciones
me elevan al limbo,
como si estuvieran
danzando los dioses
sobre mis quimeras,
sobre mis temores,
como si estuvieran
cumpliendo el destino
mil nubes turquesas
sobre el cielo limpio,
en luces intensas
de soles tardíos
cargados de mundos
donde yo me inspiro.