Estaba sentado en un banco de la calle,
jugándome mi mente malas pasadas.
Allí … donde lo escribí seguía tu nombre,
te iba a decir … te acuerdas hija, sigue hay,
(mi hija la fea) y me sonaron tus palabras …¡papá¡
es broma cariño, te dije,
si pero se queda grabado en la madera,
presumida y quien sabe a quien se refiere,
borre lo de fea y puse, Merche mi hija.
Los recuerdos bajan arrasando mi corazón,
la amargura rompiéndome el alma,
me puse a llorar desesperadamente,
baje la cabeza para pasar desapercibido,
mis labios empezaban a temblar de dolor,
tantas veces allí habíamos estado …
esperando como siempre el camión de la ilusión,
recordaba tus palabras,
todas las conversaciones
repiqueteaban en mi cabeza,
parecían que fuera esta mañana,
o tal vez ayer … no mas,
todo era tan nítido,
que hasta tu nombre,
por debajo se había astillado
en forma de lagrima
P.M Pedro Monroy Gemio