Verano Brisas

DESCARTES

¿Quién soy yo para confirmar

que este pensador, sin proponerse,

fundó la escuela racionalista?

 

Lo cierto es que dio nuevas ideas

librando a la razón de sus cadenas

con verdades más claras y distintas.

 

Su duda fue un anuncio del espíritu moderno.

 

Ni Cristina de Suecia resistió la tentación

de mantenerlo en su corte

cuando lo supo escondido en las entrañas de Holanda.

 

Los sueños y visiones de su actitud filosófica

viajaron sin auriga sobre sus carros de fuego.

Lejos de controlarlos como aconseja el buen juicio,

dejó que se desbocaran en el Discurso del Método

con el dominio interior de las Pasiones del Alma.