Sufro en el desquebrajo del unisonó
veo organismos silenciosos,
lloran, se parten y destrozan.
Caen en trozos deformes,
un vacío sin defectos.
Sonrisas torcidas.
Ojos con mirada al infierno.
Boca de océano inerte.
Ente con aristas sin vértices.
Me uno a su danza del llanto.
Lágrimas que hacen charcos.
Donde los ojos se suicidan,
la boca se ahoga inefable
sin dejar salir la sonrisa
de los colores destrozados.
Sufro en la grieta de este instante.
Lamentos sin suspiros,
sollozos etéreos segregados
por las lágrimas del viento.