Yo me pregunto, amigo, tan constante
El por qué tanta gente me persigue,
El por qué tanta gente me describe
Como sólo ese ser que nada vale;
Si yo sólo me meto con el que hace
Mucho daño a todo ser que persigue
Con tantas falsedades que predije,
Que nunca cumplirá porque es infame;
Me considero un ser siempre tranquilo,
Alejado de toda vanagloria,
Y, como bien sé que nada yo persigo,
Evito toda añeja y vieja roca;
Pues la única por quien tanto suspiro
Es una mujer bella y silenciosa….