Fresca,
como el agua cristal de manantial
Que se emana y brota entre las montañas
y sacia mi sed todas mis mañanas,
Así será tu boca celestial,
fresca.
Fresca,
de puras risas y aromas de fresa,
como fragancia Chanel perfumando
hasta entre los cielos, voy imaginando
tu aliento y tu tez dulce de cereza
fresca.
Fresca
tu mirada, en racimo de pureza
y elegancia, pura mirada envuelta
de vitaminas y caricia suelta,
donde mi corazón huela a grandeza
fresca.
Fresca
tu esencia, tu agua viscosa , tu letra,
tu mano, tu cuerpo, tu faz pintada
en acaramelada patria, y alzada
en luz del mundo, y en mi sueño penetra
fresca.
Fresca
tu piel, será más dulce que una rosa,
más viva que campo de tulipanes
más rozagante que alas de faisanes,
más fructuosa que fruta deliciosa
fresca.
Fresca
tu Celestina boca, será cueva
refrescante, aromatizada en besos,
de ternuras rojas , de aires traviesos
que perfumen vida y en pasiones llueva
fresca.
Fresca
tu silueta suave , hecha entre la seda
como salida en botones , vendrá
como abrazo que mi alma elevará
en proteicos cariños y vereda
fresca.
Fresca
boca , no habrá nada como tu boca,
no habrá nada como tu dulce aroma
tal vez robe la acacia alguna toma,
pero no tendrá tú esencia que evoca
fresca.
Fresca
tu mirada, tu olor de sangre fina ,
tu respiración de aire enamorado,
tu agua como perfume refinado,
aromará mi amor, mi ser, mi vaina
fresca.
Fresca,
tú mi fresca fragancia, serás mía
tú mi fresca boca, mía de noche
mía de día, aroma con derroche
de aliento casto, aroma mía, eterna
fresca.
Mariana Gutiérrrez, junio 2018