david del lignum cruxis

Grisáceo

Esas pocas palabras,
esas hojas,
esos vigentes párpados ennegrecidos
que frenéticos no quieren cerrarse,
no quieren ocultar imágenes intensas,
no quieren esconder figuras finitas...

Y ya pienso en la bocanada
en el humo,
en la macana insólita del futuro...

Es brutal,
es total,
reticente,
macabro, focal.

Es, posiblemente;
gritando digo,
que las medicinas se agotan
en una enfermedad glotona...

Es sin negarlo,
un pedazo de sinceridad,
lo que nos conduce
al interior de un infierno,
en el lado oculto de una luna cansada,
en la cara opuesta
de la realidad desgastada...

Y nuestros pocos niños,
se convierten en hombres,
los hombres en dura madera,
un ataúd, una menguada voz,
llanto forzado...

Mintiendo está el sol,
aun no es de mañana;
es de noche,
es sucia la oscuridad,
y limpia la herida...

Un periódico en el suelo
se cansa de tantas pisadas,
y sus letras reclaman
las primeras planas,
pero ya nadie lo necesita...

Es medianoche,
hay algunos postes alumbrando la impunidad,
es la hora en que los nombres
no sirven de mucho,
solo el número,
ese papel en este escenario perdido...

La hora se evade de la madrugada,
se lleva la edad,
la piel,
la costura,
la tensión...

Se lleva la mecánica de la lógica,
se lleva la marca,
el reloj,
la infausta llovizna,
la postrimera bulla de la última juerga...

Un sol farsante,
llega perezoso a su puesto gastado,
llega y apenas si alumbra
las arrugas y el tedio...

Apenas se puede decir que es de mañana,
apenas la luna se ha ocultado...

Apenas...