Y de pronto olvidé que me olvidaste
hasta nunca, me dijiste esa tarde
y lloré, lloré como un vil cobarde
después que vi que siempre te marchaste.
El teléfono espera vanamente
como en vano esperaré tu regreso
y me guardo en los labios ese beso
mientras que te recuerde vagamente.
Algún día, si decides volver
espero que recuerdes que dejaste
un beso que te quiero devolver.
Y si quieres quedarte, bienvenida,
no importará por qué te demoraste
importa y mucho, que regreses, vida