Cuando yo iba en brazos de mi amado, hace veintiocho años atràs,
para ver romántico estreno, que entonces ilusión suponía,
sin adivinar que algún lejano día, el desamor sufriràs
lo real volviese mal sueño y el recuerdo duele todavía.
Por aquel tiempo yo reìa, pues la vida nos sonreía,
pero dejarìa triste huella, sin imaginar cruel historia,
viajábamos un crucero en alta mar, los luceros tendrìa,
y a mi corazón haría mella, final de un amor sin gloria.
Cuando la sombra del amor, al nueva York feliz recreaba,
a su alma cubriò el Dios dolor, y al más allá invisible seguiría,
quien al cruzar hacia oscura frontera al imposible clamaba,
y un favor o un gran milagro esta sensible mujer esperarìa.
Fue asesinado vilmente a manos de aquel cobarde ladrón,
se levanta valiente, víctima inocente de la traición,
pero ni el mortal infiel, ni el amigo ladròn merecen perdòn,
desde la nada, ni del profundo desconocido Poseidón.
Un espíritu de hombre, anhelaba poder cuidar a su amada,
Fue un luchador contra el destino, para devolverse a su estrella,
revivir el amor sin lumbre, que dejarìa en su suerte ella,
darle castigo al ladino, por justicia, venganza o querella.
Sam y Molly moldean jarrón, arcilla es caricia y pasiòn,
es sexo escena entre dos amantes, que indulta a la sinrazón,
entre nosotros hubo ilusión y grabado en filme quedaban,
aquellos motivos ciertos, nacidos dentro del corazón.
Del cadáver espectador, ve en ella intento de darle vida,
advierte lo inútil, como inútil es luchar mi amor por ti,
convertido fantasma en ambos mundos atrapado sin salida,
como atrapada en tu red, solitario fenece el amor sin ti.
Blanca luz de alto vino, más no quería dejarla sin vino,
pero no escapa a lóbrega pesadilla, hasta que al fin entiende,
que no está vivo ¡Ha muerto! como muerto vive el amor en ti.
Si algo sè de la vida, que nada es casual, ni gratis se encesta,
absolutamente todo se paga, hasta el amor profundo cuesta,
y hasta merecer del cielo respuesta, a la increíble propuesta,
Con o sin razòn, ¡Viva el amor! aunque sin ser correspondido,
de nada le vale al hombre bueno o malo el obligado perdón,
como en la vida y la muerte de nada sirve la intima expresión.
Raquelinamor
Junio 23,2018