Y al tocar tu cuerpo y sentir tu pasión
Siento la ilusión del sueño a realizarse,
Siento la dicha que brota de mi alma
Cuando bajo mis palmas palpita tu vida,
Cuando siento ese calor tuyo que me quema,
Esas entrañas que hierven pidiendo mi cuerpo,
Que piden mi sexo aun no yerto dentro de toda tu humanidad.
El amor entre los dos se hace, vive y renace
Con cada mirada, con cada gemido, con cada respiración,
Con cada extremidad que busca su norte y que pareciera no ser de nuestros cuerpos sino de los que recíprocamente amamos.
El sabor de tu aliento me embriaga
igual que tus bragas y su olor,
semidesnuda desnudas mi alma y me atrapas,
me sometes a tu voluntad, a la voluntad del deseo,
de todo lo que veo y quiero poseer,
de lo que pruebo y saboreo, como un dulce en el recreo,
como el sueño de un paraíso que no se quiere desvanecer.
¿Sabes tu mi mujer?, te sé de memoria,
Con los ojos cerrados y con las manos atadas,
te vivo con las horas que te tengo y con las que te espero,
te sueño con mi sueño y con mi desvelo,
te hablo con la boca cerrada y a leguas de distancia escucho tu respiración,
porque te quiero y te deseo:
te deseo con mi cuerpo y te quiero con mi razón,
porque te amo y te extraño:
te extraño con el alma y te amo con todo el corazón.
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