En el piélago de tus soles
me he perdido caminante,
bajo la coruscación de las estrellas
que de lejos rutilan,
yo me sueño ninfa de tus ojos
amparada por tus recios brazos
cuando tu nombre trepa a mi garganta.
Me bebo las aguas de fontana aleluyada
al rayar el alba sellando los ojos,
junto a ti mi alma resplandece
como fuego o llama
y florido el espíritu en ti medita,
es quizá la rosa inmarcesible
que he guardado.
¿Acaso tu boca dulce como el néctar
junto a mi reposa?
Y palpo tu recuerdo que pesaroso me grita
¡te extraño vida Mía!
¿Porqué si la mañana es hermosa
me ahoga tu memoria?
Solo sé que feliz a mi lado
danza tu integra figura
de dulce y delicado trato
y yo, cada día a ti más me acostumbro,
caminante de placidos ojos claros y profundos,
capaz de hacerme flotar sobre el celaje
hoy quiero saborear tus hibleos besos
bajo el silencio cauteloso de tu mirada.
Autora: Ma. Gloria Carreón Zapata.
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