Si envídio al apátrida sin rumbo fijo
porque sabe que algún día llegará a una tierra
donde será bienvenido sin virgen ni crucifijo
y entrará por una puerta que nunca cierra.
De la tierra somos vecinos, no propietarios
a veces nos peleamos en guerras sin sentido
olvidamos que no somos ricos, sino proletarios
y que debemos amarnos hasta el último latido.
Cuando un navío atráca en tierra desconocida
porque una extraña enfermedad afecta a los marineros
no sabían que aquellos indios les salvarían la vida
curándoles con hierbas , venciendo el escorbuto serían los primeros.
Tras las elaboradas vidrieras del templo
hay una historia de robos y saquéos
la construcción de grandes catedrales son un ejemplo
de que fueron obras de rapiña y grandes ateos.