En mis días mas obscuros
en mis desvelos más bohemios
encuentro por consecuente,
y más sobresaliente,
la soledad;
aquella, sin-sentido llenando un vació
que me dice:
que pare, desgarre,
atropelle, derribe,
desálinie y declive.
¿Dónde se esconde, mi fiel
realidad? Y ¿dónde apoyo el firmamento
de lo irreal? ¿es a caso esto la mentira de mi vida
y si es así, perdido está el ideal?
Ya no hay tiempo de mirar a la nada
me quedo con el gélido abrazo de mi fiel palabra.
Solo, abrazando mi esencia.
Solo, con mi alma.
Solo, esperando a la muerte llegar.
Solo, contemplando la vida terminar.
Esperando un día;
La soledad sea;
un instante
un paraje
un anclaje
un percance.
Buscando el rebuscado silencio
desarmando en mi, un verso,
construyendo una calma inalcanzable,
la voluntad por ser alcanzable,
mermando las fuerzas deseables
sintiendo la vida, burda y vacía;
donde lo infinito en un instante se vuelve finito.
By. Poseedor.