Sobre el bote Elek ¡Mi incondicional Elek! Me contaba los luceros . Mientras las mariposas me liberaban los cabellos. Sairy sobre la gigante naranja . Sinuosos sus ojos me miraban desde la Popa del Cielo. Elek suave esta amando mi oído. Sus manos en mi cintura irresistible como siempre. Por que él sabe lo que le pido. Pero me desespero Sairy ya no lo veo. No quiero que se enfade conmigo. Sabe que lo quiero , que lo amo. ¡Sairy, Sairy mío! Ámame otra vez ¡Ámame otra vez sobre la araucaria! Pero no quiero despegarme de Elek. Él es la locura tan necesaria para mi. Y también es él, el lugar perfecto para narrarle mis fantasías. ¡Sairy necesito mirarte ! Mientras Elek me besa. Te lo digo y no me da vergüenza. Sabes que quisiera que bajases . O yo subir para que sobre mis pechos descanses. Y apareces. ¡apareces al fin! Pero estas con Maia. Y la besas sin control. Mis entrañas. ¡Cómo duelen! ¡Esta rabia! ¡Nunca más te observaré! ¡Nunca más te permitiré susurrarme! Y no te besaré la boca. Aunque hacia mí bajes. Elek absolutamente drogado entre mis labios. Los tengo secos y dulces de tantos besos. No hallaré sabor como el de Elek. No hallar forma de amarme como la de él. Y cuando Elek estaba bajando por mis costillas. En mi espalda siento el besar de Sairy. Invisible él detrás de mí. Nada puedo hacer. Prometí jamás volverlo a observar. Pero invisible está detrás. Prometí nunca más recibirle los susurros suyos. Pero es en completo silencio que me esta recorriendo. Prometí nunca más besarle la boca. Pero Sairy tiene su boca en mi omóplato derecho. Astuto , amado Sairy mío de fanales dorados.
Otro escrito más que el Creador me permite. Todos los derechos reservados Karla Helena Escritora Chilena Copyright