La mente nada en la piel
bajo el sol de amaneceres
han quedado los atardeceres
en unos recuerdos de hiel.
Las rutas hacia el horizonte
entre cimas y quebradas
los años las han desbaratadas
dejando planos los montes.
La justa independencia acosa
sabiéndose la impotencia
aunque se aplique la ciencia
todo muere, al igual la rosa.
Solo prevalece el amor
en su más pura esencia
no lo apoya la creencia
en el hombre ver su honor.