emiliodom

INTENSIDAD

    Ni el sol que nos calienta, ni el aire que respiramos,ni la grandeza del universo, puede compararse con el afecto que te tengo. No quisiera, verme obligado a correr hasta alcanzar el lugar donde el viento acaricia los almendros... Si así fuera,permaneceré sin derramar una sola lágrima, tal como lo hace el viento sobre la nieve. Deseo que no te demores, pues hasta que llegues, mis ojos permanecerán cerrados, como los del perro sin dueño, cansado de deambular buscando cobijo y afecto, ante el frío diluvio de lágrimas heladas. Toda vez se produzca el encuentro, emprenderemos viaje a bordo de nuestra alfombra sarracena del del deseo; ella, nos conducirá al magnífico lugar donde emiten sus cánticos, las flores más hermosas del vergel.