Presagio del destino que espera
hoy no ha salido la luna llena,
las nubes tapan aquella estrella
memoria de este amor siempre lleva,
plúrimas lágrimas mi tristeza,
noche quizás la última que te vea
daga envenenada es mi pena
neblina ocre será mi condena;
posé mis labios sobre tus manos
un beso se posó con cariño,
yo miraba tus ojos bonitos
mi alma sólo pronunció: ¡ Oh, que bella!,
fue profesar aquel sentimiento
el más puro y tierno, en silencio
tan lejos te llevará el destino,
tu recuerdo estará conmigo
tú sin mí seguirás tu camino,
en las sombras estaré contigo.
¡Adiós mi musa, mi florido abril!,
serás por siempre bella poesía,
aquella que en mí, está escondida
muy cerca, en la luz de mis pupilas.
Serás mi sueño, ángel eterno
fulgor de estrella, en mis desvelos,
amanecer violeta, mi verso
canción que alivie tormentos.
Serás mi secreto que guardado
está dentro de mi corazón,
poema que jamás fue declamado,
el sabor de un beso jamás dado,
serás rosa de color brillante
y del clavel su perfume suave,
recuerdo de un amor entrañable
inmune al cruel olvido, y loable.
Aconsejaré a mi sentimiento
esperar un nuevo amanecer,
dormir en paz en su mar inmenso
y al llegar la estación primaveral
con sus nuevos pétalos florecer.
¡Hasta pronto musa, querida mía!,
el cielo ante mis ojos azulea,
escucho una voz que dice: ¡CONFÍA!,
esperanza como el cielo inmensa.
Me llevo conmigo tu sonrisa,
Luz de tu mirada cristalina,
me llevo de tu piel toda esencia
te llevo en mi boca querida ma’ch
compañera, elahim por la vida.