J M Apolinar.

De mañana

Han dado ya  las siete de la mañana.

En este periodo entre despertar y el sufrir de cada día

cuando el aroma a vida mojada te llama

y miras las calles vacías a través de la ventana entreabierta.

 

Te pregunto si quieres que un poco de café.

No respondes.

Vuelvo a mirar por la ventana.

 

No había notado lo grande que este cuarto,

volvieron a cantar los relojes el tiempo;

hoy, como hace tanto que no recuerdo

el frío ha vuelto a mi cuerpo.

 

Te pregunto si es que en algún momento vas a regresar.

No respondes.

Ya no quiero mirar más por la ventana.