Alexis Villanueva

Paseando por la carretera de tu cuerpo

Cuando me diste permiso

Para transitar por la carretera de tu cuerpo,

 

Me sentía tan contento,

Que no sabía por dónde iniciar en ese momento.

 

Comencé por el volcán de tu boca,

Y era evidente tu erupción te sonrojabas toda.

 

Al rato subí por dos montañas,

Y me atrevía a morir ahí, Cuanto placer me daban.

 

Me decidí y seguí explorando el terreno,

Y no podía imaginarme que faltaba lo más bueno.

 

Para curiosear cambie de carril,

Y me detuve en tus glúteos y fui feliz allí.

 

Anduve por casi todo tu cuerpo,

Tus piernas, tus brazos, tu espalda, tu cuello y tu pelo.

 

Luego volví por el camino que transite primero,

Y me perdí dentro de un monte al que le llaman Venus.

 

Pueda que suene extraño,

Pero no quería salir y mucho menos ser encontrado.

 

Al final quede más que satisfecho,

No solo porque me gusto, sino porque me invitaste de nuevo.

 

Faviro.