Cuantos caminos e recorrido
calles y pasajes han sido mis destinos
por los campos alegres florecidos
por campos tristes envejecidos
e dejado lagrimás y mi llanto de niño
sin tener quien me de un abrazo
un consuelo, un cariño
para calmar mis sentimientos que
confundido me dejan sobre el camino.
Anoche desperté llorando
sintiendo el puñal que en mi pecho
dejaba la herida abierta y sangrando
era el campo triste de sus árboles secos
sus pastos amarillentos y los pájaros alejados
por falta de comida, por la falta agua
por la falta vida.
Busco un lugar comodó y fresco
para no seguir ese largo camino
para tender mis huesos
y dejar que mis piernas cansadas, adoloridás
mis cabellos blancos el bigote y la barba
alargada y me digo, ya estoy viejo y cansado
desde aquí me quedo mirando el camino
pedregoso y triste quizás sea mi destino
o quizás sea mi muerte
que me ofrece el camino.