Monroy Gemio Pedro

Cuando muera, acordaros solo de mi hija

 

Cuando haya muerto, no me lloréis,
aunque suene una campana triste,
no evoquéis ninguna rima mía,
pero si acaso miráis un verso,
acordaros que la poeta era mi hija.
Cuando en cenizas me convierta,
no volváis a decir mi nombre,
dejar que me lleve el olvido,
porque estaré buscando a mi hija
y nadie ha de entretenerme.
No quiero que nadie diga nada,
que en vida no se atrevió.
Podréis llorar,
o cerrar los ojos,
aun así, vuestro corazón puede estar vacío,
mejor darme la espalda,
que mis recuerdos sean tapados con los de mi hija,
que su nombre, resuene como si una campana repiqueteara,
como si la música volviera a nacer,
decir su nombre hasta que la garganta se os seque,
repetirlo y cada vez que lo hagáis que sea con amor.
P.M Pedro Monroy Gemio