¿Y si te digo
que tus labios son mi añoranza?
Deseo probar tus besos
y con mi manos recorrer tu espalda.
Me matan tus ojos
con esa mirada cansada.
¿Y si te digo
que mi corazón explotará?
Deseo que el carmesí
de mis mejillas no sean sólo al hablar,
sino que formen parte del ritual
y así unirnos en el frenesí.
¿Y si te digo
que me tienes a tu merced?
Derretida,
entumecida,
perdida,
de la cabeza a los pies.
¿Y si te digo
que quiero el mundo contigo?
Que cada segundo siento
una conexión más grande hacia ti
y me encanta la idea
de formar parte de ti.
¿Y si te digo
que te quiero como nunca había querido?
¿Y si te digo
que te deseo como nunca había deseado?
¿Y si te digo
que me estoy enamorando?