Es el mejor en lo suyo.
Ese es su don, su talento,
y así lo expresa.
Nadie lo discute ni lo questiona.
No hay quien se le compare,
ni falta que hace.
No anda presumiendo, ni pidiendo aplauso.
No necesita agradeceres.
No le cuesta trabajo alguno, ni esfuerzo siquiera.
Apenas es consciente: hace sin hacer.
Simple y llanamente.
Esa es su misión, y la cumple como nadie.
Siendo él mismo.