Lisa Wells

Soy un perro.

Crecí como un perro

Como un animal al cual alimentas, cuidas de su salud física, y mantienes hasta que este perezca

Crecí entre la soledad, entre la incertidumbre y el vaivén

Y ahora que los años cobran factura

Que las enseñanzas se presenta a flor de piel nadie lo quiere

 

Crecí como un perro

Soy ese perro que era tan bonito de pequeño como para adoptarlo, pero ahora...

Pero ahora que se ha vuelto viejo, feo, gruñón, intolerante nadie lo desea

Me convertí en ese perro encerrado en la azotea

Que sólo alimentan para que no muera

Pero que nadie desea, que a todos fastidia

Si supieran lo horrible que es ser un perro

Un ser que no tolera ni su vida

Y soy peor aún que un perro, porque yo estoy consciente de la situación, él no.

 

Soy un perro pensante, un ser diferente

No siempre lo diferente es bueno, en ocasiones como la mía

Te acompaña una serie de trastornos, una profunda tristeza, una soledad tan hundida

La culpa no es del perro, él no pidió nacer perro

La culpa es de los dueños, que siendo conscientes adoptaron un perro el cual no podían corresponder

 

Y seguro dirán que la diferencia entre yo y un perro es el raciocinio

Pero es tan difícil dejar de ser perro

 

He destruido a mis seres queridos sin poder evitarlo

Soy como esos animales heridos que atacan a quienes quieren ayudarlo.

Cuando mi asqueroso ser me toma de rehén y me empiezo a desesperar

Lo único que puedo hacer bien es hacerlos sentir mal

Y no obstante, sabiendo que el mundo dejó de importarme aún me miran a los ojos

Como si aquí aún hubiese alguien.

 

Puedo huir a miles de kilómetros de aquí, de todo y de todos, pero jamás de mi.