Patricia Aznar Laffont

ADIÓS

 En esta noche de eclipse

de invierno,

siento un río tumultuoso

que me llama...

 

mientras,

espero que nazca el brillante sol

de un nuevo día

y que descanse la amarilla Luna.

 

Es largo este Adiós

que sufre,

hecho de frías

y sofocantes

puñaladas que aún sangran,

(puñaladas

ya vividas).

 

Esquivo las luces blancas,

disímiles

y opacas

que auguro

que alumbrarán,

tu próxima Vida.

 

Ignoraré,

desde ahora,

los oscuros recovecos

e incógnitas

misteriosas de tu alma,

hasta aquietar

éste, mi espíritu sufriente

que llevo

como carga en llamas,

y

que ahoga

mis días.