Este amanecer
que otrora
me llena de calma
hoy me aporta angustia
y sentires de alma vana.
La tristeza entra con sus rayos
a través de mi ventana
los posa sin remedio, pagana
revolviéndose en mi cara.
Viene para quedarse
con todo su armamento...
pistolas de lamentos
rifles de lágrimas
ballestas de ayeres
puñales de viejas almas.
Aquí estás, amiga
con toda tu artillería pesada,
con cañones de suspiros
y granadas de olvido.
Mi corazón
en el paredón del dolor aguarda
a ser fusilado en uno de esos días
en que el sentimiento decadente
no espera nada.
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE