Ya sale la luz de
estos instantes de oscura penumbra,
tenue y esquiva.
Las cascadas de agua salada
de tus ojos blancos,
son ahora extrañas
prisioneras del Olvido.
En este amanecer blanco
de mi amado Invierno,
piadoso y silente,
(como un paño húmedo
que serena,
éstos, mis sentires rotos)
pienso en ti
y en este Amor Muerto
que ahora todo lo
que nos une...
Mis ojos sin noche,
fuego , llanto y aire,
se niegan a mirar
tu rostro tan bello y malicioso.
Esperaré paciente al Olvido,
(amigo que nunca
falla ni perdona);
que sepultará impiadoso,
tus rasgos ya apagados y dormidos.
Mientras,
lloro lágrimas secas y escondidas,
sucias de ira
y desamor malherido.
Antiguo llanto, en la noche que se vislumbra
con antiguas y doradas lunas.
Antiguo llanto , que es la ya anunciada
y triste despedida...