\"Porque el nudo que se atora en mi alma, se compara con las raíces al suelo fértil.
Porque el extrañarte me envenena por tu ausencia pero a la vez me hace sentir vivo y sentimental.
El claro de tus ojos se me pierde y se borra como rayos de sol en todos los atardeceres.
Y el calor de tus abrazos se disipa y mi piel llora por ellos porque no quiere volver al hoyo de frialdad donde estuvo prisionero por tantos tiempo.
Mi camino es firme mas deja la puerta abierta esperando tu llegada que cada vez me parece incierta.
La fe es la única que me calma a ratos. Ya lo dicho fue dicho, lo sentido aún sigue encendido pero quiero más, quiero ser tan tuyo como tu nombre y que me vuelvas a mirar con gusto y que el cálido de nuestros besos se mantenga como hoguera en la nieve o ardiente como las arenas del desierto.
No sé pedir pero sí sé dar. Aún no puedo manipular el tiempo.
Antes la paciencia era mi aliada cuando de encuentros pasajeros se trataba mas ahora está castigándome, me tortura porque quiero estar con vos, el camino se hace largo, los días eternos, las noches tristes, los mares están quietos, el romanticismo, que tanto admiro a mi alrededor, me golpea y me hace sonreír a la misma vez, porque hermoso es lo que veo pero fatídico porque no te tengo para vivirlo.
Cierro mis ojos y tu imagen en mi mente la culmino con una canción romántica y, mientras intento cantar, sollozante hace eco tu nombre y no consigo acabar la canción por mis ganas de llorarte, de sentirte cerca, que tu piel me abrace y haga a mi corazón latir fuerte.
Si por cada lágrima que he derramado por vos explicara lo que siento, me volvería experto en el amor, la teoría sería infinita y existirían libros y libros sobre vos.
Si recogiera cada lágrima que he derramado por vos podría regar los girasoles que tanto te gustan...\"