ANESTESIADO

EL PERFECTO SUSURRO

¡Y la palabra nació!

después de invernar

en el vientre inmaduro

en la vida del hombre,

que siendo estéril y hostil

conjuga el amor a plenitud...

 

 

¡Que no muera la palabra!

¡que no la pronuncien mal!

¡que no esté en boca de quien no la merezca!

quiero oirla en lo que me resta de vida...