IN MEMORIAM
DE MI MADRE
Doblan tristes las campanas
en señal de duelo,
por mi querida madre,
quien partió para el cielo,
surcando nubes lejanas.
En estas horas de congoja y,
desconsuelo,
se me anuda la garganta y,
evitar el llanto no puedo.
Mientras lloramos su partida,
hijos, nietos, familiares y amigos.
Que llueva a cántaros
pétalos de rosas rojas,
para hacerle llegar,
entre nubes tempestuosas
una inmensa alfombra,
una alfombra de rosas rojas,
para que pisen suaves,
sus cansados y adolorídos
Piesesítos.
Y que un coro celestial
de ángeles y querubines,
a su paso la deleiten con
dulces melodías.
Mientras mil palomas blancas,
blancas como sus penas,
la acompañen en su viaje,
en su eterno viaje al infinito.
Que Dios, la tenga en su gloria,
al lado de la virgen María.
¡Descansa en paz, querida, adorada y,
sufrida madre!
Tu hijo Iván