I ASOMBRO
Porque el poeta
puede cantar
Al cuerpo femenino
A los senos hermosos
A las caderas régias
Al triángulo cálido
A los cabellos largos
A la piel de seda...
¿Y tu cuerpo qué
Hombre querido?
A tí dedico mis palabras
A tu \"calvita\" suave
A tus mejillas algo \"rasposas\"
A tu pecho hermosamente sembrado
A tu cadera estrecha
A tus marcados músculos
A tu pene vigorosamente erecto
A tu pene tiernamente blando
Nunca dejaré de asombrarme
gratamente
Ante su cambio:
Me parece como una magia
Me parece como un milagro
Es como independiente de tí
-No del todo-
Puede o no hacerte caso
Y me dice:
Ven aquí
Hazme campo
II SUEÑO
Después de muchos días,
tal vez, meses
Vuelves a mis sueños
Tus ojos dorados resplandecen
Mis manos recorren tus caminos
Mi boca saborea
El néctar esencial de tu turgencia.
De repente, no estás cerca
Contemplo tu desnudo a distancia
Recorro tu perfil completo
Tiemblo de deseo
Ante tu mágnifica evidencia.
Despierto con mi humedad
- Vacía de tí -
Recordándote
Recordando:
Esto que sueño fue de verdad
Te sentí en mí
Con todo tu esplendor
Disfruté con tus \"ays\"
Y viví un poco
de tus triunfos y derrotas.
Entonces, también te recibí
Con mi escaso calor
de mujer olvidada - de sí -
Hoy, de regreso a mi plenitud
Mi deseo de tí
Tu deseo de mí
La pasión postergada
Tienen una nueva dimensión
Y un nuevo espacio.
M. L. G. U. (Escrito de regreso de nuestro viaje al paraiso, isla de Providencia en el Mar Caribe en 1.999, con mi \"Amor en los Tiempos del Cólera\").
Recreado en Madrid el 29 de junio de 2.018