Tú y yo juntos en las noches taciturnas
reposando los cuerpos, besar las almas,
etérea esencia perfumada, cruzando
los mares eternos del vasto universo,
comprendiendo que nuestro amor no es efímero
si vive y late en corazones sinceros.
Pecho a pecho hablar su exótico lenguaje
supeditar y perpetuar su linaje,
que presente está en la divina creación
repartir flores perladas con rocío,
un cálido suspiro del corazón
ser música, y opacar el ocre hastío.
Sembrar en nuestro camino flamboyanes
que crezcan por racimos en sus ramales
cálidas y brillantes flores rojizas,
símbolo de las puras, blancas sonrisas
y en tus ojos negros, tú tanto me miras
la respuesta es sí, si callas y suspiras.
Tú y yo caminando lento por el mundo
sintiendo el candor, este verso profundo,
escribir con el dedo en el cielo: ¡Te amo!
almas expresando amor en el ocaso.