En mi barca construida
Con metales de ilusión
Navegaba mar adentro
Sobre las olas de ensueños,
Marejada de sueños
Donde te veo sin tenerte
Y también sin conocerte.
Es mi destino silente
Observar con amargura
La pasión disimulada
De quienes se atreven
A tratar de convencerte.
La frialdad de tu mirada
Los aleja con premura
Sin paladear la dulzura
De tus besos que percibo
Tienen el sabor y la tersura
De la naranja madura.
Atesoro la esperanza
De que al final serás mía
Que el desprecio que destinas
A los más apasionados
Es la sala donde esperas
Que arribe la tierna nave
De mi Cuore enamorado.