Esta coincidencia
sabe de supervivencia
en la trituradora cósmica
ha pulido su virtud
de resurgir de las cenizas.
La eternidad
está tocando nuestra puerta
y la itinerante bifurcación
con la que se tapizan las veredas
no le impide instalarse
en una alineación.
En esta nueva constelación
no hay cabida para prejuicios
la pista está despejada
para un viaje etéreo
no es necesario
que desfilen las preguntas
si queremos respuestas
habremos de encontrarlas
en una asociación sin precedente
de piel y huesos.
Tengamos bien presente
que el brillo que se esparce
en este patrón sideral
no viene de ser cribado.
Tampoco hay cabida para prórrogas
pues ni siquiera el agua la ofrece
en algún defecto de la tubería
o la roca emula la fragilidad de un pétalo
mucho menos
se maquilan pactos de aministía
con ruidos foráneos.
Está todo listo
es ahora o nunca
tómalo o déjalo
aquí no se ofertan términos medios.