Cristal.
La realidad es de cristal, lo que es más fácil de romper es la verdad.
En éste mundo, los pocos absolutos que hay son falsos, pequeños, diminutos.
Pero en esto de ser ser hay no sé qués de membranas, de impulsos eléctricos, de fluidos segregados que nos hacen creer felices y complicados y sobre la ciencia siempre incompleta aprendimos a sembrarnos, a recargarnos.
Siendo que lo único importante y gigantesco es el lugar en el que estamos, lugar que nunca nadie entiende.
No conocemos lo bueno ni lo malo, lo creemos. Porque así nos han enseñado, porque a fuerza, sangre y concreto aprendió la mancha que con la urbe creció.
Nada es bueno ni malo pues hay accidentes y errores, in perfecciones dañando desde dentro la perfección del universo.
Y si hay excepciones no hay Dios llorando porque escribió mal los renglones. Tampoco hay ley siempre comprobable y es que en eso de ser universo está siempre algo más grande, algo más pequeño. Hay deformidades, atracciones, vacíos y no materias.
Hay hoyos negros pero con micro poros por donde sale todo lo maravilloso, a donde volvemos todos después de un breve viaje.
Crees que en esa placenta verdeacuosa, allí en el origen, en el blanco y rojo epicentro de la vibración de las cuerdas de un quark dentro de un electrón. Hablo de aquí adentro de nosotros, en éste lugar ¿crees que cabe la realidad, la verdad?