La nieve comienza a caer lentamente,
como lágrimas de inocencia pura
que lloran tu partida;
lloran recuerdos felices en completa nostalgia,
el silencio se hace sollozo entre remembranzas.
Ecos de perdiciones y tormentos amanecen en un día gris
sin nada que pueda salvarnos;
y la nieve sigue cayendo,
lentamente entre lamento y desilusión,
entre oscuridad y lluvia,
ahí, donde permanezco sentado afuera de tu puerta,
empapado en lluvia y tristeza,
esperando la luz, esa que brillará en mis ojos
pero sabiendo que nunca volverá a iluminar lo que fué,
entre esperanza y oscuridad,
en umbrales terrenales sigo esperándote
pero solo la nieve me acompaña
en medio de la soledad de mi ser,
agobiado y atormentado por el miedo a perder;
donde esta alma oscura en tinieblas anhela el cielo,
un cielo donde pude apreciar el paraíso,
donde las noches eran ecos del pasado,
donde fui otra persona por estar contigo
y ahora mírame;
sentado en medio de la nieve, empapado en llanto,
esperándote en oscuridad y locura en tu puerta.
Como siempre fui antes de ti,
y como lo soy ahora después de todo.
A n g e l a C a v a l c a n t i