Aurelio Peñaloza

En la tarde

El lugar donde las palmeras regalan su destino al caer, en las mañanas se descubren las mentiras del cristal, un momento de felicidad para el sol de todos y recorre la sangre de la arena, los pantanos lloran de boca en boca. ¿Somos lo mismo? Es una suerte tener el sabor de la guitarra que canta a prisa el amor de las aves, gritan los peces por las preocupaciones y tocan las piedras para sanar el recorrido del mundo, desde abajo suenan los rezos funcionables y mitades de hombres aprovechan para bailar ¿La eternidad debe ser perfecta? Paso el espejo en donde antes se conocían los rehenes que brillan al sentir la estrella, las hojas sueñan lo que dejaron de pensar, los árboles hablan del contexto y no planean vivir defantasías.