No son palabras vacías
ni garabatos al aire,
siguen el ritmo que danza
en el corazón.
Son letras vivas
enraizadas en la hondura
de mi selva verde aterciopelada.
Porque soy hierba
a veces crecida y salvaje
a veces brizna delicada y suave.
Con la brisa voy a tu encuentro
a abrazarte con la ternura
de cien paisajes naciendo en primavera.
Porque soy flor
te inundo de aromas
en la piel deliciosa que te viste el alma.
Llevas tatuada mi sonrida
en tu escondite de palabras
donde guardas todo el amor que te di.
Se que sólo soy el chasquido dulce
y sereno que vive en tu mirada.
30-6-2018