Y de mi dolor
naciste tú
para apaciguar mi ira
deseando matar a todos
mis demonios,
pero al final
te convertiste
en el peor de todos
ahogando mi esperanza
y aniquilando mi fuerza
hasta que solo quede yo,
vacía como un cascarón
sin sentimientos
sin piedad
sin emoción.
Atrapada en esta
jaula de esperanza
y rompería
todas las paredes
de mi carcel
a patadas y codazos
si hubiera solo
un resquicio,
una puta llama
de luz y esperanza
para escapar
de este dolor vacuo
que inunda mi pecho
y envenena mis entrañas
de cólera y furor.